Bajo un mismo sol

“Cuando dos elefantes luchan, quien pierde es la hierba”

Hace tiempo escuche este proverbio africano y desde entonces me he sentido hierba, he sentido como esos pesos pesados caían sobre mi y definían mi altura, grosor e incluso situación, he sentido como me aplastaban y volvía a levantarme cada mañana al primer rayo de luz, he sentido como cualquier acción llevada a cabo por mi o cualquiera de las briznas de hierba que hay a mi alrededor tenia un final idéntico, ser aplastad@s, he sentido como las gotas de lluvia nos mojaban y nos daba esperanza para seguir creciendo, para llegar algún día a abarcar una gran llanura y llenarla de color, pero al final siempre llegaban los elefantes y por una razón u otra acababan peleando encima nuestro, impidiendo con sus pesos nuestro avance, haciendo inerte cualquier futuro.
Siempre existirán los elefantes, y aunque caminen hacia su propia autodestrucción cada día que pasa engordan mas, son mas grandes, mas corpulentos y con mas ganas de pelearse con sus similares sin mirar a su alrededor, sin pensar en las consecuencias de su pelea, los llamados daños colaterales. Es la evolución, la teoría de Darwin, el más fuerte sobrevive, la lucha por la supervivencia, el camino hacia la autodestrucción mediante el engorde del ego, el individualismo llevado a la máxima expresión.
Pero desde que me he sentido hierba he sentido también el poder de saber que somos parte de esa evolución aunque nos quieran hacer creer lo contrario, he sentido que en nuestras manos tenemos la capacidad para cambiar nuestro entorno, he sentido que, a pesar de ser aplastad@s cada día por montones de pesos pesados, podemos romper la cadena que nos hace ser frágiles.
¿De que se alimentan los elefantes?
Exacto!!
Ahora la solución está en cada uno de nosotr@s, en saber evolucionar, en adaptarnos al sistema, conocerlo y mutar en comunidades de resistencia y acción, en crear púas en nuestras frágiles hojas tiernas que hagan pensar a los elefantes si comernos o aplastarnos les va a gustar, en saber disfrutar de esos rayos de sol pero utilizándolos para la autodefensa, en seguir siendo parte de la tierra pero saber aprovecharla para crecer y hacer un poco mas verde el horizonte gris que nos dejan ver los elefantes.
Somos hierba, pero somos parte de esa cadena que sin nosotros deja de funcionar o cambia su función, somos fuertes si creemos en nosotr@s y tenemos claro que somos, donde nos movemos y como hemos de actuar. Piénsalo!!!
Imagino que conoceréis aquel refrán que dice: “Mala hierba nunca muere”.
Hay días que prefiero ser malo para llegar a un buen final.

Extraido de: www.radiochango.com ((música y revolución))