39 años de la muerte de Tania la guerrillera
Haydée Tamara Bunke Bider murió el 31 de agosto de 1967. Recordamos a la internacionalista que, cuando le encargaron la misión en Bolivia a propuesta del Che, se puso el nombre de Tania, porque había leído la biografía de una joven rusa de 17 años de nombre Soja Kosmodemjanskaja, que luchaba bajo el nombre de Tania contra los nazis, quienes luego de tomarla prisionera, la torturaron y la ahorcaron .
Su compromiso revolucionario
En los primeros meses del año 1964 Tamara Bunke Bider recibió un minucioso entrenamiento en Cuba. Concluída su preparación fue citada por el Che a su oficina del Ministerio de Industrias donde le explicó su misión.
Entonces Tamara parte para Europa el 9 de abril utilizando un pasaporte a nombre de Haydee Bider González y dos documentos de identidad distintos: Vittoria Pancini y Marta Iriarte. Es el comienzo de una vida difícil: debe llevar una personalidad falsa y vivir en medios hostiles a su ideología y sus costumbres. Entre las varias misiones encomendadas, debía tomar fotos de una aldea en la frontera ìtalo-alemana y de un matrimonio de ancianos, para luego mostrarlos en los próximos pasos de su misión, como si fueran su pueblo natal y sus padres.
El 5 de agosto llega a Frankfurt, donde aprende los hábitos y las costumbres de la República Federal Alemana (RFA), y asume la personalidad y los documentos de Laura Gutiérrez Bauer, una argentina de profesión etnóloga, identidad con que trabajará definitivamente. Entonces parte para Perú, donde trabaja como antropóloga y arqueóloga en el Cuzco. Luego se dirige a la frontera boliviana por varios medios: mula, camión, tren. Pasa a Bolivia, y de Copacabana se traslada a La Paz sin mayores dificultades.
En el Museo Argentino de La Paz, conoce y se vincula con los pintores Juan Ortega Leyton y Moisés Chire Barrientos (pariente del entonces presidente boliviano). Ambos le van presentando a varias personalidades. Estrecha así importantes y valiosas relaciones para su misión, como las de Gonzalo López Muñoz (jefe de la Dirección Nacional de Informaciones de la Presidencia), Julia Elena Fortún (funcionaria del Ministerio de Educación del que dependía el Departamento de Folclore, al cual ingresó Tamara por recomendación del Secretario de la Embajada Argentina Ricardo Arce). Incluso llegó a representar a ese Departamento en el Festival Latinoamericano del Folclore realizado en Salta en 1965.
Ocuparía mucho espacio nombrar las importantes y valiosas relaciones con las cuales se relacionó Tamara para cumplir su misión en Bolivia, que le abrieron las puertas hasta llegar al mismo presidente Barrientos y al vice Ovando, interesados en esta mujer hermosa de cabellos negros, ojos verdes-azules, simpática, agradable y de amplia cultura. El 20 de enero de 1965 había logrado su radicación definitiva en Bolivia como Laura Gutiérrez Bauer; se movía dentro de los círculos bolivianos como una brillante estrella, y contrajo matrimonio con Mario Martínez, un estudiante de ingeniería.
En 1966 recibe al primer contacto secreto con el seudónimo de Mercy -identidad nunca descubierta ni por la CIA- con noticias y nuevas instrucciones. La contraseña era: ¿Usted dio clases de alemán comercial? Luego siguen entrevistas clandestinas, viaja a Brasil y a su regreso inicia los preparativos para recibir a los guerrilleros.
Cuando llega el Che le da nuevas instrucciones, entre ellas, viajar a la Argentina en misiones secretas y de regreso acompañar a Regis Debray y a Ciro Bustos al campamento guerrillero.
Se convierte en Tania
Mientras esperaban al Che que se encontraba de recorrida, dos desertores informan al ejército boliviano y a la CIA la presencia de Tamara. Descubierta, se incorpora a la lucha armada con el seudónimo Tania. En su Diario el Che escribe: …todo parece indicar que Tania está individualizada, con lo que se pierden dos años de trabajo bueno y paciente…
Tania integraba el grupo de retaguardia de Joaquín (Juan Acuña Núñez), cuando otro traidor, el campesino Honorato Rojas, delata al grupo a los soldaditos bolivianos al mando del capitán Mario Vargas.
El 31 de agosto de 1967, el grupo de Joaquín cae en la emboscada en Vado de Yeso sin que Tania pueda empuñar su arma. Troncharon una vida ejemplar, su conducta guerrillera y su trabajo clandestino. Había aportado toda su capacidad y su fuerza para la revolución en Latinoamérica.
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