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ACCIONES LIBERTARIAS

Aves de Rapiña sobre Venezuela.-

1.- Las potencias siempre han jugado con sus peones en todas las latitudes a lo largo de la historia. Un somero análisis de la Revolución Cubana nos ilustraría sobre esa sentencia. Una pequeña isla del Caribe que casi causa una guerra nuclear en octubre de 1962 no es considerada por los intereses geopolíticos actuales de los Estados Unidos como un bocado que se dejará navegar libremente por el mare nostrum del imperio yanqui. Tampoco Europa permitirá con los brazos cruzados que Estados Unidos convierta a Cuba en otro “estado libre asociado” como Puerto Rico. Incluso abiertamente voceros estadunidenses recomiendan la inmediata anexión en cuanto el sistema cubano entre en crisis si es que tal cosa sucediese; mientras que agentes europeos juegan a la “democracia cubana”.-

2.- La aparición de la Revolución Bolivariana en Venezuela es uno de esos impredecibles acontecimientos que toman desprevenidos a los poderes imperiales. Ni a los Estados Unidos ni a Europa le puede interesar el proyecto de Chávez. Ni siquiera a la Europa “socialista” tan neoliberal como la Europa “popular”. Ni a los demócratas ni a los republicanos en Estados Unidos. Las voces que desde los Estados  Unidos alientan al Proceso venezolano son todas singulares, es decir, no representan organizaciones de la institucionalidad estadunidense, entre otras cosas, porque a lo largo de la historia de los Estados Unidos el movimiento popular ha sido aplastado en nombre de la “seguridad nacional” que, en el fondo, es “seguridad imperial”.-

3.- El totalitarismo estadunidense ha sido analizado por muy pocas personas. Ese totalitarismo se ha endurecido en la posguerra fría y con el surgimiento repentino –y, aparentemente, deliberado- del “terrorismo islámico”. Realmente, es parte del juego. El control social interno en una democracia imperial exige ciertas refinaciones, ciertas ideologías, ciertas técnicas. Ciertas “libertades”. Incluso, ciertas concesiones siempre y cuando lo esencial no sea discutible. Los gringos de “espíritu republicano” siempre alegan que el gobierno federal de los Estados Unidos ha venido usurpando los valores del federalismo estadunidense; pero esconden que la conversión de Estados Unidos en gran potencia sólo fue posible mediante un poderoso gobierno central para el cual el federalismo es cosa del pasado. En Europa el fraude de la socialdemocracia ha llegado a niveles de servilismo.-

4.- A mediados de 1999 una élite de analistas venezolanos y foráneos especulaban sobre la etiología del proyecto chavista.  Una mayoría aseguraba que simplemente respondía a la estrategia del Grupo Bilderberg; con la aparición de Norberto Ceresole con aparente vara alta en ciertas esferas gubernamentales algunos se inclinaron a pensar que una conexión islámica andaba detrás; y así sucesivamente. Pero si no era un proyecto surgido de los tradicionales centros de dominio, ¿cuál podría ser su etiología? La eterna ingenuidad venezolana llegó incluso a pensar en la “conspiración soviético-comunista” –especie, por lo demás, en estado de extinción real desde 1945 y debido a los arreglos de Stalin con los Aliados- introducida en las Fuerzas Armadas venezolanas. Como Chávez, al parecer, estuvo vinculado al PRV de Douglas Bravo, se decía que éste había sugerido que Chávez incubara la conspiración en el ejército; el viejo Domingo Alberto Rangel fue de los primeros entusiasmados con la insurgencia de los jóvenes militares de 1992 y estuvo tejiendo sus redes visitando a Chávez en Yare pero en lo que los chavistas decidieron tomar el camino electoral rompió con ellos y les hace oposición solitaria cual voz clamante en el desierto. Otros sectores de la ultraizquierda trataron de manipular a Chávez pero éste los espantó rápidamente, entre ellos Bandera Roja que, luego, sería una mano armada al servicio de la CIA en el 2002. Pero ¿por qué no pensar en lo más obvio: Chávez es una criatura del ejército venezolano, del ejército de tierra quiero decir?

5.- Supongamos que esta última posibilidad fuera la correcta. Todavía faltará saber por qué y para qué.

6.- El ejército venezolano no es el de los Libertadores, eso se sabe. Es decir, el hacedor del ejército actual fue el general Gómez, dictador proyanqui de este país en los primeros años del siglo XX. Los andinos que amarraban sus mulas en la Casa Amarilla de Caracas al declinar el siglo XIX (1899) venían tras la figura de Cipriano Castro, su compadre Gómez incluido. Don Cipriano trató de ordenar un país desbaratado por las guerras civiles y por los caudillos locales y sus montoneras. Pero ese país estaba en mora con sus créditos en el mercado mundial. Y, en 1902 las potencias imperiales europeas mandaron sus barcos y cañoneras para obligar al deudor a pagar. Alemania, Inglaterra, Holanda, Italia y España cañonearon los puertos venezolanos. Aprovechando esa oportunidad, Estados Unidos salió en defensa de su protectorado caribeño. Y, de paso, el gobierno venezolano confió en leguleyos estadunidenses para negociar con las potencias europeas.-

7.- La República neocolonial, que algunos califican como “la República de los caudillos” fue la etiqueta que enarboló Venezuela desde que, a partir de 1909, Juan Vicente Gómez suplanta a Cipriano Castro. Durante un siglo la sociedad venezolana convivió con el sistema imperial sin abrir la boca. A lo largo de la Guerra Fría a las protestas populares se le tildaban de “comunistas” y el “comunismo” fue el gran enemigo de las clases dominantes nativas que administraban el protectorado yanqui.-

8.- Los sectores pentagonistas del ejército sin embargo se fueron diluyendo en un sin número de contradicciones. La guerra civil colombiana era una realidad, y la tentación de la oligarquía colombiana de desatar una guerra con Venezuela para darle salida a su conflicto interno fue tomando forma en todos los planos. La oligarquía colombiana quiere la guerra con Venezuela. Y los Estados Unidos alientan ese propósito en el momento en que en Venezuela hay un gobierno díscolo que no sigue las reglas de su juego.

9.- No se puede ir a la guerra con Colombia, no se puede oponer resistencia eficaz, si la retaguardia del ejército de defensa está quebrada por las contradicciones de castas y por las leyes neoliberales de dominación aupadas desde el Norte. El proyecto socialista venezolano–que nada tiene que ver con la dogmática marxista-leninista y sí mucho con el antiguo “socialismo utópico”- pasa por tanto por la recuperación del gentilicio, por la creación de élites menos dependientes de la cultura cosmopolita del Norte y por la consolidación de una base popular de apoyo que en la retaguardia sostenga una guerra posible. Por eso, en 1992, cuando era evidente que Carlos Andrés Pérez encabezaba la disolución de Venezuela se producen las insurgencias militares.-

10.- El proyecto político tanto de Acción Democrática como del Partido Comunista de Venezuela se alimentaron de la dinámica de la Guerra Fría. Pero a partir de las reformas de Gorbachov fue evidente que la Unión Soviética ni era el monstruo que se nos había pintado ni realmente jamás, en ningún terreno, significó un reto para Estados Unidos como ha señalado Chomsky. Pero la ideología comunista en sus matrices elementales desde luego que sí era un problema. Todos los derechos sociales y colectivos concedidos en las metrópolis del poder imperial, y en sectores elitescos de las sociedades de la periferia, estaba relacionado con los medios indispensables para contener la amenaza comunista que no era necesariamente la amenaza de la Unión Soviética ni de China Popular. Eliminada la hegemonía de la ideología comunista en la URSS se podía comenzar a desmantelar el Estado del bienestar y a despojar a la clase trabajadora de sus derechos sociales y colectivos. Y, se expande, entonces el Neoliberalismo.-

11.- El “capitalismo de Estado” venezolano fue una creación de Acción Democrática y de Pérez Jiménez. La movilidad social se alcanza pero los rezagos estructurales de la sociedad venezolana no se eliminan de raíz. Mas siguiendo la cartilla imperial la misma Acción Democrática comienza a desmantelar, en las postrimerías de la Guerra Fría, el mismo Estado que había ayudado a crear y a sostener. Por eso Acción Democrática se hunde. El “modelo adeco” se diluye y ya la sociedad venezolana está lista para ver aparecer en su seno núcleos similares a los de las FARC colombianas. 1989 fue la alarma. Un movimiento popular espontáneo sólo podía culminar en una guerra civil interna semejante a la colombiana. Por eso insurgen los jóvenes militares de 1992. O ellos hacían los cambios estructurales requeridos por la sociedad venezolana o los harían las FARC. Todavía estamos en ese proceso.-

12.- La Venezuela Bolivariana es paradójica e incómoda. Tras más de cuatro décadas durante las cuales las vanguardias insurgentes del movimiento popular fueron diezmadas ahora los restos sobrevivientes forman parte de la alianza cívico-militar hoy gobernando. Pero la columna vertebral del poder, en Venezuela, es el ejército, porque el ejército sabe que sin pueblo no ganaría ninguna guerra. Ni con Colombia ni con los Estados Unidos. Y, a la vez, es incómoda, porque Venezuela se rehúsa a aceptar el guión que para la periferia ha trazado el capital monopolista y que comparten todas las potencias en la lid interimperialista. Quizá Rusia y China, acorraladas como están por Europa y Estados Unidos, sirvan de soporte a este intento venezolano por no pasar de nuevo por la vergüenza de 1902.-

Floreal Castilla.-

17 de Marzo de 2007.-

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