Manifestación por la vida de la sierra de perijA y lxs hermanxs indígenas
Indígenas de Venezuela protestan ante amenaza inminente en sus territorios.
Los últimos convenios energéticos suscritos por la nación venezolana han abierto las puertas a las transnacionales, sin consultar a las comunidades donde las empresas tienen previsto la explotación de los recursos, la reciente creación de Carbo Suramérica, alianza entre la estadal venezolana Carbo Zulia y la empresa anglo-brasileña Vale do Río Doce y la concesión a otras especialistas del área minería, han servido para entregar mas de 330 mil hectáreas para sus beneficios, amparados bajo una nueva legislación minera en discusión, propia de la homogeneidad jurídica impuesta en el planeta, excluyendo a los mas de 15 mil indígenas aue habitan en esa zona, arrasando con toda sus raíces económicas, naturales y su mas profunda identidad cultural, así como la desaparición de mas de 500 mil hectáreas de bosque y la afectación directa de los ríos que surten de agua a todas las ciudades de esta provincia venezolana, afectando alrededor de 3 millones de habitantes, todo esto a ejecutarse en las zonas naturales donde habitan 3 etnias sobre sus asentamientos originarios los Bari, Yukpa y Wayúu, estos últimos provenientes de un desplazamiento hacia el sur ante la apertura de las primeras minas.
Río Socuy, principal fuente de agua del occidente venezolano.
Un grupo de representantes indígenas de cada etnia se dirige el día de hoy desde sus comunidades, acompañados por los grupos ecologistas y sociales ante la embajada de Bolivia en Caracas, para solicitarle al presidente Evo Morales, indígena Aymará y promotor de la autonomía de las comunidades, para que interceda ante el presidente Chávez y discuta la derogación inmediata de todas las concesiones mineras a las transnacionales, y se comience la discusión de verdaderos proyectos sustentables de desarrollo, respetando a la naturaleza y a sus habitantes. Éstas mismas movilizaciones ya se han realizados en ocasiones anteriores y dentro del foro social mundial, realizado el año pasado en ese país exigiendo de manera directa al estado venezolano, pero sin conseguir respuesta oportuna y concreta al respecto.
Venezuela, con sus reservas probadas por mas de 300 años de petróleo y una incalculable reserva de gas, puede desprenderse sin problemas de sus compromisos mineros pues su economía depende de ello para nada, pero no deja de ser "El Dorado" para los nuevos colonizadores, aunque estos, tengan que ponerse camisetas rojas del partido de gobierno y convivir con los pobres en las marchas convocadas por el estado, estrategias evolucionadas para fracturar las revoluciones.
Los yacimientos de carbón debajo de la Sierra de Perijá, la frontera natural y política con Colombia, donde actualmente existe una producción de 8 millones de toneladas métricas al año ejecutadas por 2 compañías norteamericanas y la cual se piensa ampliar a 36 millones para alimentar el mercado eléctrico del este de los Estados Unidos, los crecientes consumos de China y Rusia y en menor proporción el oeste europeo, aumentando con esto la generación del CO² descargado en la atmósfera y contribuyendo al recalentamiento del planeta y sus imprevisibles consecuencias.
A pesar de los cambios que se vienen sucediendo en Venezuela, aun sobreviven profundas contradicciones en las políticas estadales, entre ellas las que involucran a producción energética, siendo este el principal motor de la economía nacional, no escapa de anexarse a la mecánica del mercado global y a las aberraciones de sus transnacionales, pues por todos es conocida la desigualdad en los consumos de energía en el planeta y los márgenes de ganancias que ellas generan.
Diversos académicos y luchadores sociales latinoamericanos han descifrado este proyecto y otros de similar magnitud continental planteados en las agendas nacionales de muchos países, como una estrategia directa en relación con los planes imperialistas mutados del formato original del ALCA, y que ahora se venden como ambiciosos proyectos de desarrollo endógeno o de recuperación económica, y que terminan cercenando y monopolizando la riqueza material, humana y cultural de todos los pueblos latinoamericanos.
Queda mucho por hacer para la independencia y autonomía de Latinoamérica, pero una de esas tareas es destruir proyectos y ambiciones de este tipo, para no enajenar la fuerza de los pueblos y someterlos a discursos y regalías desarrollistas, pues la historia y el planeta no los demanda.
fuente: man rebelde
Concentración en las puertas del Ministerio del Ambiente y de la embajada de
Bolivia en Venezuela el día martes 20 de marzo a las 10 de la mañana
iniciando la actividad en las puertas del ministerio.
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katherine -