Blogia
ACCIONES LIBERTARIAS

biografia de la semana: TOMAS MONTILLA

biografia de la semana: TOMAS MONTILLA “Nací en el pueblo Las Calderas de Barinitas cerca de una quebrada antes de llegar al río Santo Domingo. Era el parto número 19. Mis padres: Rosa Blanca Araujo de Montilla, y Tomas Montilla. Doña Blanca era una mujer muy respetada en el pueblo por ser la única mujer que sabía leer y la única maestra de Altamira de Cáceres donde viví una niñez, llena de alegría, de juegos, de quebradas, ríos, montañas, pájaros, libre como el viento, lleno de música, lleno de amor, de cariño, suelto, descalzo a veces, en alpargatas, sin conocer los carros, ni algo parecido. (…) A la edad de 11 años ya sabía tocar Mandolina, había aprendido a tocar solo, mirando; pasé mis primeros años en el ambiente de música, fiestas y alegría…” Aunque se acercó al Seminario de Mérida, con la intención de hacerse sacerdote, fue precisamente allí donde encontró su verdadera vocación: aprendió a tocar el cuatro y conoció a una mujer que lo apartó de la vocación eclesiástica. Ya en Caracas logra el bachillerato, y entre clase y clase iba con un grupo a tocar en otros liceos. Cuando entiende que puede ayudarse a vivir con la música, comienza a dar clases de cuatro y con eso pagó parte de sus estudios de psicología en la Universidad Católica Andrés Bello. “Allí dure tres años, me retiré por no poder pagar y por motivos políticos pues pertenecía a una célula clandestina del Partido Comunista comandada por Noel Avila, ‘El Rojo’ y el Comandante Zamora, ‘El Camarita’. Hice equivalencia para estudiar educación normal y me gradué de maestro normalista. Me casé y tuve que viajar a Barinas donde fundamos el Liceo Cándido Antonio Mesa donde participé en una huelga en contra del gobernador que no quería pagarle a los profesores y fui expulsado de Barinas. De ahí que me ví en la obligación de venirme para Guanare en 1968 al liceo Unda donde fundé el orfeón José Joaquín Burgos con el cual recorrimos todo el país hasta que los adecos lograron eliminarlo y comencé a dar conciertos sólo con el cuatro…” El amor por su instrumento queda expreso sencilla y tiernamente en estas palabras: “El cuatro llena un espacio importante en la vida de cualquier venezolano. Cuando se está fuera de la patria se tiene un cuatro y con él lloramos y recordamos. El cuatro ha sido mi compañero, me ha servido de arma y al igual que una ametralladora he dejado el mensaje justo para que el oyente lo medite. El cuatro forma parte del mensaje cultural de Venezuela y hay muchas formas de dar música a través de él.”  

“Si caigo en el camino
hagan cantar mi fusil
y ensánchenle su destino
porque él no debe morir”
  

 

0 comentarios